La importancia de saber a lo que se juega
Tercera jornada de Champions, la temporada ya está más que comenzada y se pueden sacar las primeras conclusiones, que no hacen sólo si no ratificar los presagios de pretemporada.
El vigente campeón de todo, el Barcelona, no está al mismo nivel que el año pasado, fruto de la corta plantilla y fruto de que la preparación física está pensada para llegar a tope al final de temporada. De todos modos, mejor o peor, sigue intentando hacer su fútbol, por lo que salvo catarsis sicológica, los resultados llegarán.
Otro de los grandes de Europa, el Liverpool, arrancó la temporada con la intención de ganar la Premier e intentar lo mismo en la Champions League. Sin embargo, el equipo nota en exceso la ausencia de Torres y la de X. Alonso, puesto que su sustituto Aquilani todavía no ha debutado por lesión. Como otros años, la plantilla no ofrece las garantías suficientes para alcanzar los objetivos, sin embargo, el estilo de juego definido les hará pelear por todo este año.
El conocido como cementerio de elefantes, el Milán, jugó ayer en el Bernabeu con una media de edad que bien podría haber sido la de un equipo de veteranos del Milán. El equipo de Leonardo llegaba muy criticado, sin embargo, sabían a lo que venían. Puesto que la banda izquierda con el desfigurado Ronaldinho vale más no tocarla, se dedicaron continuamente a meter balones a Pato, su jugador más vertical, buscando la espalda de Marcelo. Aunque dieron pena durante grandes partes del partido, la poca ambición del Madrid, les hizo estar en la pomada hasta que su estrategia les dió el resultado deseado.
Por último, el Madrid galáctico sin su astro rey, volvió a caer estrepitosamente. Otra vez, han vuelto a perder contra un grande (Juventus y Sevilla), otra vez han sido poco ambiciosos, otra vez han jugado muy estrechos despreciando las bandas, otra vez Raúl dió pena en el campo, otra vez Raúl demostró que tiene más hambre de gol que nadie, otra vez X.Alonso no creó el juego necesario, otra vez...otra vez...el Madrid no sabe a lo que juega y si lo sabe, miedo me da.
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Iván -