Amor hacia los colores o falta de sentido común
El fichaje de Michu por el Sporting de Gijón se circunscribe de la siguiente manera: el Sporting de Gijón vende al Birmingham a Michel por 3,3 millones de euros, dicho traspaso deja un hueco libre en la posición de mediocentro. El jugador elegido para cubrir ese puesto es Michu. El futbolista asturiano juega actualmente en Segunda División con el Celta. Todas las partes implicadas salen beneficiadas en el posible acuerdo, el desembolso no es muy grande por parte del club destinatario, el jugador pasa a cobrar el doble y a jugar en Primera Divisón en su tierra. Incluso el Celta sale reforzado con la incorporación del sportinguista Kike Mateo.
Por raro que parezca, este fichaje, no se ha llevado a cabo finalmente. El detonante de la ruptura de la negociación es el pasado oviedista del jugador. Y es que, desde un primer momento, la rivalidad entre ambas aficiones han puesto en una difícil situación al jugador.
La intrahistoria es la siguiente: el jugador recibe una oferta, la cual es escuchada a través de su representante, dejando claro su interés. El propio jugador, no confunde el amor hacia unos colores con su futuro laboral. Vé ante sí una ocasión para dar el salto a Primera, con un sueldo aceptable y en su tierra. Sin embargo, las amenazas de los grupos radicales de Gijón y, sobretodo, de Oviedo hacen recapacitar al jugador y rechaza la oferta.
Lo que durante unos días fueron insultos, ahora es un "Michu Gracias por quedarte". A esa gente se le llena la boca diciendo que Michu siente los colores y que por eso nunca se quiso ir al Sporting. ¿No se dan cuenta de que escuchar la oferta es sinónimo de estar dispuesto a irte? ¿Tan difícil es separar profesionalidad con afición? ¿Cuándo comprenderán que desgraciadamente les separan dos categorías y que la diferencia entre ambos equipos es abismal ? ¿Nunca se han planteado ir a la competencia por una calidad de vida mejor?
Los otros, respiran aliviados por no meter al enemigo en casa alegando que no iba a meter la pierna tanto como otro. ¿Me podrían decir como quién? ¿Siente más los colores Gregory? Si eres profesional, lo eres a todos los efectos, juegues donde juegues y la opción de Michu era interesante para los de Gijón. ¿Acaso la gente no recuerda como un sportinguista de pro y aún mayor antimadridista, Luis Enrique, celebraba los goles con la camiseta blanca?
Lo que podría ser una oportunidad, el tiempo dirá si única o no, de evolucionar laboralmente hablando se ha convertido en una auténtica pesadilla para el protagonista y, al final de toda la historia, sólo los radicales se han salido con la suya y, como siempre, cuentan la historia según les conviene. Una vez más, la violencia y la extorsión de los extremistas consiguen lo que quieren. Sólo queda me gustaría preguntar a: Michu, ¿por qué no denunciaste a esos que te amenazaron? ¿Por qué son amigos tuyos?¿Eso es amistad?
Definitivamente, hay gente que confunde el amor hacia unos colores con el sentido común.
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Leña -