A grandes males grandes remedios
Al Barcelona del año pasado, se le detectaron dos problemas: falta de pegada cuando no conseguía enlazar su juego y una plantilla corta, que se tornaba en excesivamente corta en la defensa.
Las incorporaciones de Alexis Sáncez, Cesc Fábregas y la eclosión de Thiago Alcántara, dan un plus a esa plantilla corta de efectivos pero sobrada de calidad. Alexis, con su calidad y lucha, se ha adaptado perfecta y rápidamente al juego ofensivo de los blaugranas. La adaptación de Cesc, es inexistente, no es necesaria puesto que ha mamado desde pequeño el lenguaje de la Masía. Su inicio de temporada, demuestra las ganas que tenía de participar en este club y de hacer historia. Se llegó a hablar de su incompatibilidad con Xavi y/o Iniesta, los primeros partidos de la temporada están demostrando que esos "pequeños tocones" juegan a lo mismo y nunca se estorban. El tercero en discordia, Thiago, tiene un futuro tan prometedor y es tan insultantemente joven que, los aficionados al buen fútbol, solo podemos disfrutar de él.
En la Supercopa de España, con un mejor Madrid sobre el campo, física y tácticamente, abrumado y arrinconado, sin su juego de toque, supo salir del entuerto con algo que parecía ser el sello de su rival y que, sin embargo, hizo suyo: La pegada. Dos balones, tocados por Messi (este jugador merece mención aparte), bastaron para perforar la portería de Casillas y desequilibrar la eliminatoria. En la Supercopa de Europa, en cierta medida durante la primera parte, sucedió algo similar. De nuevo, el oportunismo de Messi, acercaron el título a la ciudad condal y, con el resultado a favor, el fútbol volvió a fluir de manera natural.
Por último, el gran talón de Aquiles del actual campeón de Europa, los pocos efectivos en la defensa. Sin embargo, Pep Guardiola, en el primer partido de Liga, se encargó de disipar las dudas. Con sólo un auténtico defensa y, dejando a Villa y Xavi en el banquillo, agrupó a más mediocampistas que nunca, jugando con 3-1-3-3, fue auténtico dueño del partido, de la pelota y desquició por completo al Villareal, que personalmente creo que subestimó al Barcelona y vió que podía ganar con facilidad al Barcelona por las bajas.
“La mejor defensa es un buen ataque”, no alcanzo a saber el origen de esta cita famosa, como me imagino que el autor, en su momento, nunca se plantearía la dimensión que adquiriría su expresión bajo las órdenes de Guardiola.
El Barça necesita de su Alter Ego, el Real Madrid, para ser aún más grande. De igual manera, ocurre con el club blanco, que pasará a la historia por hacer frente y, quien sabe si por vencer, al mejor equipo de la historia. Ya me he extendido suficiente y otro día llegará el momento de hablar del Real Madrid.
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Riaño -
Pedro Trivín -